30 de agosto de 2007

Un respiro para Bogotá...


El aire en nuestra ciudad, ha tenido un creciente deterioro en los últimos 30 años por causa de la proliferación de vehículos automotores e industrias contaminantes, por la quema de desechos sólidos y por las industrias extractivas y transformadoras mineras.

PROBLEMAS

Según datos del DAMA en sus Informes de Gestión Ambiental, complementados con los suministrados en el estudio efectuado por la Asociación Japonesa de Cooperación Internacional – JICA -, en Bogotá, la contaminación atmosférica es causada por más de 2.300 industrias contaminantes y por alrededor de un millón de vehículos automotores que circulan por sus calles, produciendo anualmente cerca de 40.000 toneladas de sustancias extrañas al ambiente y nocivas a la salud de sus habitantes. Tales sustancias están constituidas en un 75% por partículas sólidas, menor de 10 micras; 24% por óxidos de carbono (principalmente CO) y azufre; y 1%, por óxidos de nitrógeno. También se establece que el 96.5% de esta carga contaminante es depositada en la atmósfera de la ciudad por los vehículos automotores de transporte urbano y el 3.5% por el sector industrial.

Las fuentes móviles son el primer factor generador de contaminación del aire de Bogotá, las cuales entregan el 100% de las emisiones de Monóxido de Carbono (CO) e Hidrocarburos (HC), el 82% de los Óxidos de Nitrógeno (NOx) y el 17% del Dióxido de Azufre (SO2). Según cálculos de la Secretaría de Tránsito y Transporte, en las vías de Bogotá se incrementó el número de vehículos de circulación, de aproximadamente 700.000, en 1997, aun millón actualmente. Se espera que para el año 2010 circulen en Bogotá cerca de 1.600.000 vehículos, de los cuales estarán matriculados en la ciudad cerca de 932.000, y, por ende, aportarán mayores niveles de contaminación.

Además de lo anteriormente mencionado, se presentan factores puntuales que incrementan la contaminación:

  • Deficiencia en el cubrimiento de la demanda por el sistema de transporte público: El 19% de los pasajeros se transporta en el 80% en vehículos particulares, mientras que un 77% de los pasajeros utilizan el 17% corresponde al servicio público.
  • El incremento del flujo vehicular no ha podido ser acompañado por la ampliación adecuada de la red vial Distrital cuyo atraso bordea los 25 años: Deficiencia en la ampliación y mantenimiento de la red vial.
  • Disminución de la velocidad de circulación: La suma del incremento del parque automotor y el estado de la oferta vial ha ocasionado una disminución significativa de la velocidad vehicular
  • Parque automotor obsoleto: La antigüedad del parque automotor que circula por la ciudad contribuye al aumento de las emisiones, pues el bus corriente tiene una edad promedio de 14 años y la buseta corriente de 25 años.
  • Certificación de Emisión de Gases: Los muestreos realizados establecen que sólo el 33% de los vehículos que circulan por la ciudad cumplen con la normativa de acuerdo con el modelo respectivo.
  • Desconocimiento de los ciudadanos respecto a la incidencia de los automotores sobre los problemas de contaminación del aire.

GASOLINA

Los vehículos de transporte público utilizan mayormente diesel y aunque el diesel ofrecido en Bogotá tiene un contenido de azufre de 1200 ppm (en el resto del territorio nacional es de 4500 ppm) es un contenido demasiado alto comparado con otras con los estándares internacionales de 50 partes por millón de azufre.

Es importante anotar que, el parque automotor del país tiene una tendencia creciente hacia el cambio a Diesel, debido a la diferencia de precios entre el diesel, la gasolina y combustibles limpios como el gas natural vehicular. (El diesel está gravado con una sobretasa del 6%, mientras la gasolina lo está con una que puede llegar hasta el 25%.). El mejoramiento de la calidad de los combustibles, y específicamente el diesel, para alcanzar los niveles internacionales aceptables, viene aplazándose desde el año 1995.

28 de agosto de 2007

BASURAS.... Hasta el 2015???


Bogotá según datos del DANE, obtenido en el censo general que finalizó en mayo de 2006, cuenta con 6.778.691 habitantes y su producción de basuras por día es de 0.73 kg (Academia Colombiana de Ciencias Exactas Físicas y Naturales), cifra que aunque esta en promedio con el país y es menor a otras ciudades, requiere ser vista como un problema importante, para ser tratado en el menor tiempo posible en un plan de desarrollo ambiental. En el tema de BASURAS, se determinan varios subtemas, que son necesarios nombrarlos para entender la dimensión de este fenómeno.

Residuos sólidos

La generación per cápita de residuos ordinarios (0,73 kg/hab/día sin reciclaje) es un poco más bajo que en ciudades comparables tales como Buenos Aires (0,88), Santiago de Chile (0,87) o Bangkok (0,90), dada la alta tasa de reciclaje. Se puede decir, que Bogotá tiene una producción de residuos ordinarios típica para capitales de América Latina.

La composición de los residuos ordinarios en la disposición final es:

50% materiales orgánicos,

25% plástico,

12% de papel y cartón y

13% otros que está compuesto por los demás componentes de los residuos (textiles, metales, vidrio, residuos peligrosos, entre otros).

El alto porcentaje de plásticos es resultado la baja recuperación de los empaques y envases.

Rellenos Sanitarios

Las basuras producidas en Bogotá tienen como destino final el relleno sanitario Doña Juana, ubicado en la Localidad de Usme, por la vía a Villavicencio, donde los residuos son depositados en un frente de descargue, en el que se encuentra un grupo de máquinas que esparcen, rompen las bolsas, acomodan y compactan las basuras.

Cuando los residuos alcanzan una altura de 2.50 metros aproximadamente, son cubiertos con una capa de tierra de 40 centímetros de espesor, proceso que debe cumplirse antes de completar las 18 horas de exposición. Este relleno esta dividido por zonas que van siendo utilizadas hasta terminar con su vida útil.

El objetivo general de un relleno sanitario es aislar los desechos, y controlar los lixiviados y biogás que se generan y que tienden a fluir fuera del relleno, evitando impactos ambientales adversos. Las características de calidad y químicas de estos materiales no pueden ser totalmente controladas, como tampoco puede ser controlada en una forma deseada y viable económicamente su biodegradación.

No se puede olvidar que los rellenos sanitarios son los centros de acopio de todos los desechos que se generan a diario en ciudades y comunidades. En la medida, que los espacios y las tierras disponibles se reducen, las legislaciones ambientales son más estrictas; el estudio, diseño y construcción de rellenos sanitarios se convierte en un elemento vital en el manejo de residuos sólidos.

Bogotá en este momento además de utilizar el relleno sanitario Doña Juana, cuenta el soporte del botadero Mondoñedo, ubicado en Funza, Cundinamarca.

La preocupación actual es que el principal relleno, Doña Juana, tiene como vida útil hasta el año 2015, y Mondoñedo, por no contar con una correcta planeación para el manejo de basuras, sería clausurado por el Ministerio del Medio Ambiente.

Recicladores

En Bogotá desde la década de los años 50 existe un sistema de reciclaje que opera en paralelo al sistema de manejo de basuras. En este sistema participan más de 6.000 Recicladores del sector popular caracterizados por desarrollar actividades para la recuperación, transporte, selección y clasificación, comercialización y aprovechamiento de los materiales reciclables. Dentro del mismo, por sus distintos niveles de organización se puede hacer referencia a dos sectores:

  • El formal, constituido por las asociaciones, pre cooperativas y cooperativas de Recicladores, y
  • El informal, conformado por los Recicladores independientes.

En el año 2006, el sistema de reciclaje popular recogió y comercializó unas 592 t/día, que significan un 14% de los residuos residenciales y de pequeños productores. Cifra bastante alta, considerando las deficiencias en la recolección.